Club Lanús | 27 abr 2020
ENTREVISTA
Rodolfo Graieb: “Los clubes deben copiar el modelo de Lanús, siguiendo esa línea y no abandonarla”
El ex defensor de Lanús y Huracán, entre otros, dialogó en un Instagram Live, donde repasó su carrera como futbolista. Además, explicó cómo es el proyecto que encabeza junto a su hermano y sus deseos de ser entrenador en el corto plazo.
Rodolfo Moisés Graieb es un ex futbolista nacido en Río Ceballos el 8 de junio de 1974. Se desempeñaba como defensor lateral derecho y sus inicios en el fútbol fueron en Talleres de Córdoba (1994-1997). Luego jugó en Huracán (1997-2003), Barcelona de Ecuador (2003-2004) y Lanús (2004-2009). Como entrenador dirigió a General Paz Juniors en la temporada 2012 y Argentino de Peñarol en 2016. Su único título lo consiguió con Lanús en el recordado Apertura 2007, de la mano de Ramón Cabrero. Actualmente tiene 45 años y en una charla imperdible no dejó tema sin tocar.
- ¿Cómo vas llevando la cuarentena?
- Vivimos del fútbol y nos ha cambiado el ritmo de trabajo. Todos los que vivimos del fútbol, los periodistas, conocen la masa que vive del fútbol mundialmente. Estamos sufriendo muchísimo, esperemos que se sufra la menor cantidad de muertes posibles. Ojalá podamos pasar el pico que se espera para mayo.
- ¿Hablás con amigos tuyos o excompañeros que estén en el exterior?
- Tengo amigos y gente que ha jugado con nosotros, conmigo y con mi hermano. Ayer estuvimos hablando con los chicos que fuimos compañeros en Huracán. Estaba Lucho González, que está en Brasil, nos cuenta las realidades como están viviendo y en Europa tengo parientes que lo están viviendo muy de cerca
- Estás con un proyecto ahora que se llama "Detrás de mi sueño". ¿Cómo es eso?
- Yo me preparé para ser entrenador y estoy esperando que se me dé la oportunidad para que en algún momento pueda lanzarme. Mi hermano Diego hace varios años que está en una empresa alemana para reclutar jugadores, me he fusionado con él y Diego Pino, donde hemos creado este proyecto hace tres años y medio. La idea es dar oportunidad a quienes hayan perdido la primera chance y buscaban la segunda mostrándonos, jugando partidos internacionales. Yo los dirijo a los equipos y a nivel nacional estamos haciendo con clubes de AFA.
- ¿A qué clubes acercan jugadores?
- Nos han llamado clubes para que trajeramos específicamente. Nosotros reclutamos jugadores a través de pruebas, vamos a Rosario, hacemos una prubea masiva, posición por posición los sumamos a un selectivo y de ahí a una prueba a Huracán, River, Racing, Unión de Santa Fe, Lanús, Platense, en fin, hablamos con los directores deportivos de las instituciones.
- ¿Cómo se hace para trabajar en tiempos de pandemia?
- Reinventándose como están haciendo todos. Por este medio acercamos el video del jugador, hablamos con los dirigentes. Lo que no podemos hacer es el entrenamiento con los jugadores para que puedan tener un buen rendimiento. A medida que se pueda y como nos limita, el material para que lo mostremos, lo vamos desarrollando.
- Te pregunto por los problemas que hay para entrenar. ¿Cómo se hace con eso?
- Sí, obviamente es un problema, yo veo a excompañeros míos haciendo entrenamiento. Eso es lo que tiene la red social, que lo ve todo el mundo, se magnifica, pero no es lo ideal en el jugador profesional, lo sufre mucho. No todos tienen campo de juego para entrenar, pueden tener gimnasio, pero lo grupal y los entrenamientos lo van a sufrir mucho los primeros partidos. Vamos a ver errores que tienen que ver con la falta de entrenamiento.
- ¿Cómo fueron tus inicios en Talleres?
- Yo salí de una ciudad como Río Ceballos, muy pequeña, en el que empezamos a tener los primeros pasos en la liga local. Primero en Río Ceballos, después en barrio Loza. Éramos de clase media y mi papá se rompía el lomo para poder entrenar. Para viajar a Córdoba había que hacer 50 kilómetros. A veces nos llevaba mi viejo. Empezamos en Instituto de Córdoba, en séptima fuimos campeones. Hicimos una prueba en Talleres, no quedamos, y sí quedamos en el club Las Flores. Ahí se dio una anécdota muy linda porque nosotros con mi hermano jugamos un partido contra Talleres, yo de volante central a pesar de ser marcador lateral derecho, donde juego muy bien. Ese partido mi hermano no lo juega, el siguiente yo no lo juego por tener doble amarilla y mi hermano sí lo juega de delantero y convierte dos goles. Un representante que nos vio llama al club y dice que quiere fichar a ese jugador que juega muy bien en varias posiciones. El tema es que se confundió y pensó que era uno solo, y nosotros somos dos. Al ser gemelos, estas cosas pasan y nos terminan comprando a los dos a Talleres. A mí me toca debutar al año en Talleres de Córdoba, ahí comienza mi carrera.
- Mil anécdotas con tu hermano, ¿no?
- Muchísimas en entrenamientos, en partidos, ahora todo ha cambiado. Yo tengo una hija de 19 años y un hijo de 21. A mi hijo que juega a la pelota yo le dije que hoy tienen a mano, ahora. Para un periodista para recabar información, tenías que viajar hasta el lugar, quedarte en el entrenamiento, tenías que tratar de hablar con alguien que te permita entrar, y hoy con el alcance de la tecnología tenés todo a mano. A Diego le toca el servicio militar, número alto, número bajo, yo me salvo. En ese transcurso yo empiezo a entrenar con la Primera, pero antes cuando estabas con la Primera, lo que era el Tallerito que era la reserva no te mezclaban con el grupo como lo hacen hoy, se integra todo, antes no. Me llama un dirigente y me dice "mañana miércoles te van a llamar a las dos de la tarde y te van a informar cuándo tenés que venir a entrenar porque posiblemente te toque jugar en Primera División si andás bien en el entrenamiento", y me cortó. Los nervios que tenía yo con 18 años. Al otro día me llaman y me dicen que a las 15 horas tenía que estar en la cancha de Talleres para hacer un entrenamiento con la Primera División, y si te toca jugar bien seguramente vas a jugar el fin de semana. Cuando me lleva mi papá veo que estaban todos los chicos que veía por televisión, nunca había compartido nada con los jugadores de Primera y me toca ir a utilería. Ahí me presento con el utilero que me dio toda la ropa rota y las vendas mojadas, cuando a los de Primera se las daba toda planchadita. Yo lo quería matar, pero no podía hacer nada, era mi oportunidad para debutar. Eso me dio más fuerzas, entonces agarré la ropa todo mojado me lo puse. En ese momento el entrenador era Pastoriza, y estaba la "Guanora" Romero, que se iba a quedar porque al Pato lo iban a echar. Comienza el partido y yo digo que a veces somos iluminados porque te sale todo el día que te tiene que salir y que yo aproveché la oportunidad, que siempre se lo digo yo a los chicos, la oportunidad te va a llegar y el tema es que vos estés preparado para que lo hagas bien. Físicamente estaba bien, preparado mentalmente, pero no sabía los nervios cómo me iban a jugar. Me salió todo. Termina el entrenamiento, me llama el entrenador y me dice que se va del club. Quedó la "Guanora" Romero y voy a jugar de titular con Chicago. De estar en la nada debuto y ahí empecé a aprender un montón de cosas, aprender a lidiar con lo que me hacía el utilero. Hoy los jóvenes tienen la posibilidad de hablar porque el mayor te da la oprtunidad, de joven me propuse ser capitán y pelear por los jóvenes por lo que necesitaban y que les den lo que les faltaba porque no me gustó cuando llegué lo que me pasó. A mí me enseñó Daniel Kesman, de él aprendí a manejarme, tenía que saber desenvolverme como profesional.
- ¿Ese fue el Talleres 93-94 en el que debutaste?
- Así es. Juego hasta el 96, que estaba el Flaco Gareca y recuerdo que nos vamos de pretemporada y la gente de Huracán se comunica con Talleres. El Flaco me llama a parte y me dice que quiere que sea el capitán del equipo, que te quedes. Yo le dije que era una posibilidad que se me daba para ir a Buenos Aires a los 22 años, yo sabía que tenía que irme, el flaco me entendió y ahi me compra Huracán. Fueron terribles los primeros tres meses, recién casado y mi señora lloraba todos los dias. Ella no habia ido nunca ni a la capital de Córdoba. Fue dura la adaptación, llame a Talleres para volver pero no por mi sino por mi esposa, ella siempre fue de fierro pero aprendimos a vivir juntos con los parientes lejos, ahi comienza mis siete años en Huracán.
- Te tocó vivir muchas cosas en Huracán, el descenso, el ascenso. ¿Qué es lo que más recordÁs de tu paso por el club?
- Yo siempre digo que Huracán fue la facultad, me enseñó a desenvolverme como profesional, a entender que había que pelear, que no era todo fácil, sabíamos que teníamos cuatro meses de deuda. Me había convertido en un sindicalista, siempre cargandome la mochila de todos los demás, porque yo lo quería hacer. Me enseñó a crear familias adentro, empecé a entender que la manera de conseguir cosas con esfuerzo, reposabilidad, sabiduría, con inteligencia. Empecé a moverme políticamente afuera del club y adentro. Empezar a entender que tenía un perfil para el día de mañana, de poder aprovechar, empecé a sentir a los 24 años que quería ser entrenador porque lo sentía adentro de la cancha, pero me fui chocando contra la pared, el hecho de haber descendido pagábamos malas campañas, cuando se paga un descenso con tres malas campañas no tiene que ver con el futbilista sino con la conducción y una organización deportiva que nos pudiera acomodar, el fusible éramos nosotros. Aprendí a quererlo a Huracán, las pasé todas y tuve momentos muy felices y me sirvió para aprender en la vida.
- El momento más grave me imagino que fue cuando le pasó a tu hermano el accidente en la cancha. ¿Fue de lo más doloroso que te tocó vivir en el fútbol?
- Vos calculá que estás jugando un partido de fútbol y de repente se está muriendo tu hermano por una jugada. Hasta el día de hoy yo me pongo a pensarlo y no lo puedo entender. Tengo imágenes que todos se sacaban la remera y agitaban como dandole aire, el cuando choca con Ruffini en el aire era con Banfield un partido televisado en ese momento choca la cabeza y cae como una bolsa de papas. A Diego le da un paro cardiorespiratorio, estuvo casi dos minutos sin respirar ahi quedó mas boludo que antes, mi hermano. Al sucederle esto a Diego empezamos a ver el fútbol de otra manera cuando pasó eso dejé de pensar en el fútbol, no me importó más nada hasta el árbitro Furchi se puso a llorar, no se podía continuar con ese partido, Agremiados tambien dijo lo suyo no se por que se continuó, fue un momento dificilísimo hubo como 4 casos más, Miglionico de Colón de Santa fe. Inauguran una platea nueva y se golpea la cabeza, y así varios casos que se sucedieron después de Diego, el fue iniciador de todo.
- Después de Huracán pasás al Barcelona de Ecuador. - ¿Qué recordás de tu paso por ese fútbol?
- Aprendí en un fútbol del exterior, fue mi primera experiencia afuera y aprendí a jugar en la altura por que bajamos 3 kilos en el llano por el calor que hacia en Guayaquil. Teníamos que ir a los 3 dias a jugar a la altura a los 2850 mts donde vos tenías que recuperar esos 3 kilos que perdiste el fin de semana, en la altura era difícil jugar, yo lo hice bastante y bien pudimos salir campeones. Me quisieron nacionalizar ecuatoriano pero después tuve el llamado de Miguel Brindisi que fue un técnico que marcó mi carrera, lo aprecio como gente, como persona y me llama para venir a Lanús. Fue lo mejor que pude hacer venir a Argentina, nuevamente ahí conozco a Claudio Graf, una gran persona, le tengo mucho aprecio y nos hicimos muy amigos en la etapa de Lanús.
- El equipo de Huracán que logró el ascenso ¿fue uno de lo mejores que te tocó integrar?
- Sí, totalmente. En ese monemto éramos un equipo de Primera División jugando en el Nacional B. Era un equipazo: estaba el Rolfi Montenegro, el Pelado Moner, Morquio, Lobos, Martín Ríos, Fabián Carrizo, El Tero Di Carlo, El negro Godoy, Gastón Casas, Derlis Soto, Padra , El Gallego Fernández.
- Ese torneo lo ganaron por muchos puntos. Fue tremenda la diferencia que sacaron.
Si, también estaba Lucho González, después ascendimos. Se mantuvo la base hicimos una campaña muy buena fueron equipos inolvidables, me sigo hablando con Lucho y Rolfi, con todos estos chicos, con el Pelado son cosas que te marcan para el dia de mañana ese fue un plantel que quedo para la historia de Huracán seguramente, Paolo Goltz que recién arrancaba, ellos me odiaban a mi por que yo jugaba de lateral y ellos tambien jugaban de lateral, terminé siendo buenos para ellos.
- ¿Por qué pensás que no se pudo mantener ese equipo de Huracán?
- Porque Huracán era Huracán, Lamentablemente, siempre hubo desprolijidades, en alguna parte del manejo, no en todo. Hay gente que estuvo involucrada en Huracán y le hizo bien. Ahora esa gente esta afuera y yo sé que si hoy estaría adentro le volvería hacer bien. La organización deportiva va con un proyecto y sino esta ese proyecto difícilmente te puede ir bien a la larga. Estoy convencido, yo viajé a España y los equipos españoles más chicos, con masa de gente, están organizados y le vas bien. No es fácil saber conducir a Huracán por que es un club muy político al igual que San Lorenzo, Racing e Independiente son muy fuertes, más allá de que también estén River y Boca, estos clubes que son grandes institucionalmente, con mucha masa societaria, tienen muchos intereses. Si los que dirigen no van por un carril seguramente se van a desviar, si vos tenes una organización deportiva yo te puedo garantizar que las cosas se van a hacer bien.
- Te quería preguntar, cerrando el tema Huracán, por un partido en particular que te lo debés acordar. Fue uno que le ganan a Independiente en Avellaneda, con dos goles de Montenegro y uno del Pelado Moner de taco en el 2002. ¿Qué le dijeron al Pelado Moner en ese momento?
- No solamente eso, antes de ascender en cancha de Temperley a Defensa y Justicia le hizo un gol de tiro libre y los ejecutores en ese momento eran Gaston Casas y el Rolfi Montenegro. El Pelado Moner dijo "voy yo", y le gritamos nosotros "vení para acá", no queríamos que vaya a patear le decíamos "¿a dónde vas"? Íbamos 2 a 2, el partido se estaba terminando, acomoda la pelota y le da un zurdazo. Hizo un golazo, yo me agarraba la cabeza, fuimos todos a abrazarlo, no podíamos creerlo. Después en Independiente hace el gol de taco y otra ves no lo podíamos creer y nos reíamos. Son esos jugadores que por tanto tiempo jugaron en Primera División, después se fue a jugar a Japón, hizo una carrera bárbara. Lo veías a él y lo veías al colorado Mac Callister y decías que tienen un cerebro más grande que todos, obviamente jugaban bien y te puede gustar o no el estilo, te puede gustar como le pega a la pelota, como hace la recepción, el control. Se movían inteligentemente, que es lo que yo después aprendí y afuera de la cancha que no es poco.
- ¿Y cómo lo recordás a Gastón Casas?
- Una bestia era Gastón, todo lo que le tirábamos era medio gol, le pegaban y se la aguantaba, era calentón así como lo veíamos. El fue creciendo en ese equipo y ahí empieza a hacer goles Un boom en su carrera, fue una pena que no lo dejen retirarse con la camiseta de Huracán. Si empezas a ver ídolos en Huracán nos tenemos que ir a 73 que estaba Babington, Brindisi y Houseman por nombrarte algunos representativos, después podes nombrar a Larrosa, o un montón más pero después hay una etapa con muy buenos jugadores que tuvo Huracán, pero ese momento que estuvimos nosotros, Gaston Casas representó a la institución en un montón de cosas y logró hacer tantos goles en un torneo que yo no recuerdo que otro goleador había en ese momento y verdaderamente Gaston es hincha de Huracán. Entonces a mi lo que me dolió es cuando el regresa, no se haya podido retirar en Huracán y la verad que no sabemos el porque. Se merecía retirar en el club.
- Contame cómo fue el pase un tu primer gol.
- Me lo dio Gaston Casas, pero la verdad que fue de pedo, ese partido lo terminamos ganando sobre la hora contra Independiente. Es una pena que no se haya prolongado este equipo por que hubiéramos logrado algo en Primera División.